• Metformina: un repaso histórico

    Galega officinalis

    La metformina, junto con cambios en el estilo de vida, como comer bien y hacer ejercicio, es un tratamiento aprobado por la FDA para la diabetes de tipo 2. Sin embargo, la capacidad de la metformina para prevenir o tratar otras enfermedades, incluido el envejecimiento, está llamando cada vez más la atención. Aquí analizaremos el desarrollo de la metformina, sus usos y su potencial como medicamento milagroso.

    Los orígenes de la metformina

    La historia de la metformina se remonta cientos de años atrás en Europa, donde la hierba medicinal Galega officinalis se utilizaba para la salud digestiva y para tratar problemas urinarios y otras dolencias. En 1918, un científico descubrió que uno de sus componentes, la guanidina, reducía los niveles de azúcar en sangre. A raíz de ello, se crearon medicamentos que contenían guanidina para tratar la diabetes. Entre ellos se encuentran la metformina y la fenformina.

    Por desgracia, debido a sus graves efectos secundarios, la fenformina perdió popularidad, y finalmente se descubrió la insulina. Años más tarde, en la década de 1950, se redescubrió la metformina y se le dio luz verde como tratamiento para la diabetes en Europa. Sin embargo, la Food and Drug Administration no dio luz verde a su uso en EE.UU. hasta 1995. Desde entonces, la metformina ha superado en popularidad a todos los demás medicamentos para la diabetes entre las personas cuyos niveles de azúcar en sangre no pueden controlarse únicamente con dieta y ejercicio.

    Beneficios de la metformina

    Los beneficios de la metformina para las personas diabéticas van más allá de su capacidad para controlar los niveles de azúcar en sangre. Pueden esperar una mejora de la salud cardiaca y una reducción del riesgo de muerte por enfermedad cardiaca como resultado de ello. También puede contribuir a la pérdida de peso de los diabéticos.

    Además, las investigaciones sugieren que incluso quienes no padecen diabetes pueden beneficiarse de la metformina. La prescripción fuera de lo indicado no es nada nuevo, ya que el fármaco se utiliza para un fin distinto del previsto por el fabricante. Por ejemplo, los pacientes con prediabetes, que tienen un nivel de azúcar en sangre elevado pero no lo suficientemente alto como para considerarse diabetes, pueden beneficiarse de tomar metformina para retrasar o prevenir la aparición de la diabetes. Además, las mujeres con diabetes gestacional que experimentan un aumento del azúcar en sangre a lo largo del embarazo, pero cuyos niveles vuelven a la normalidad tras el parto, también pueden encontrar alivio en esta medicación.

    A las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) se les ha recetado metformina durante años para ayudarlas a controlar la menstruación, la fertilidad y la hiperglucemia. La disfunción menstrual y la infertilidad son síntomas destacados de esta enfermedad, que afecta sobre todo a mujeres jóvenes.

    Por último, la metformina puede ayudar a algunas personas que toman antipsicóticos a evitar o reducir el aumento de peso. En el tratamiento de enfermedades mentales graves como la esquizofrenia, a menudo se toman antipsicóticos potentes, y un efecto adverso típico es el rápido aumento de peso.

    El potencial de la metformina como medicamento milagroso

    La metformina tiene el potencial de ser un fármaco milagroso debido a su capacidad para tratar o prevenir diversas afecciones, desde la diabetes a la prediabetes, pasando por la diabetes gestacional e incluso el síndrome de ovario poliquístico. Además, sus beneficios cardiovasculares y su capacidad para ayudar a algunas personas a perder peso la convierten en un medicamento valioso para personas con o sin diabetes.

    Sin embargo, lo que hace que la metformina sea realmente única es su potencial para tratar el envejecimiento. Esto ha sido objeto de numerosas investigaciones y los resultados han sido prometedores. Por ejemplo, en un estudio con ratones se observó que la metformina prolongaba su vida útil en un 5,8%, lo que equivale a unos siete años en los seres humanos.

    Dado el creciente interés por el potencial de la metformina como fármaco antienvejecimiento, los investigadores siguen estudiando sus beneficios. Aunque se necesita mucha más investigación para comprender plenamente sus efectos, está claro que la metformina tiene el potencial de ser un medicamento realmente estupendo.